Hace tiempo que prometí este post que demoró tanto por todos los menesteres correspondientes a cambiarse de país y organizar medianamente como vivir (y del internet que por fin ayer conseguimos tener).
A estas alturas es una historia del pasado, pero les presento la casa de Yvonne, del gato, la gata y Ruppet, el perro. Yvonne nos recibió en su casa nuestra primera semana en Australia. Como llegamos a ella? Ella es amiga del hermano del marido de la mamá de Vicente, aunque eso no lo sabíamos bien al llegar.
El sistema de las “share-houses”, algo parecido a una pensión, es muy común en Australia y tanto los dueños de casa como los arrendatarios de determinada pieza y del uso y goce de las áreas comunes de la vivienda son sorprendentemente confiados y relajados.
Yvonne simplemente nos dio una llave (que no servía de mucho porque la puerta de calle y las ventanas siempre estaban abiertas) y no nos puso ninguna regla (y eso que le preguntamos). Además, muy amablemente, me llevó a comprar las cosas básicas para nuestro nuevo departamento el día que nos cambiamos a una picada que ella conocía en un mall al que era imposible llegar en trasporte público. No siendo esto suficiente, mas tarde me llevó (mientras José recibía el depto) en su auto con todos los bártulos que hasta ayudó a subir al departamento .
Gracias Yvonne, thank you very much!
