13 jul 2012

SOLIDARIO/VOLUNTARIO



Los chilenos nos preciamos de ser solidarios. ¿Somos realmente?

A grandes rasgos, yo creo sí. Empíricamente me parece que la solidaridad es una cualidad muy valorada por la cultura chilena; generalmente la practicamos dentro de nuestro mismo círculo, como algo cotidiano e informal, adhiriendo a ciertas causas puntuales, dígase la teletón, ayuda a los damnificados del terremoto, etc. Sin embargo, exceptuando algunas instituciones que hacen la diferencia, como el Hogar de Cristo o mis amigos del Techo y del RC, entre otros, que hacen labores muy importantes, no me parece que tengamos una cultura del voluntariado ultra desarrollada .

Porqué me puse tan filosófica, simple, la semana pasada nos dedicamos a turistear por Melbourne y me llamó mucho la atención que en la mayoría de los museos había tours o áreas de entretenimiento para los niños, gratis por supuesto, que eran llevadas a cabo por voluntarios, generalmente de la tercera edad.

Por otra parte, nos toco compartir en dos casas de australianos amigos con sus respectivos vecinos y familiares. Coincidentemente, la mayoría de estas personas eran voluntarios de alguna institución. La diversidad fue también notable. Las vecinas de mi amiga, fanáticas de los animales, cuidan gatos que no tienen casa mientras les encuentran una familia permanente. La mamá de esta misma amiga es voluntaria de unas tiendas que se llaman Salvos (a las que seguro dedicaré un post más adelante) que reciben donaciones de ropa y artículos viejos, que ellos a su vez venden para recaudar fondos para los otros programas del Salvation Army. Con respecto a nuestro otro amigo y su familia, su hermana es voluntaria de algo parecido a la cruz roja y su mamá, el ejemplo más interesante a mi parecer, enseña a manejar a jóvenes que no tienen acceso a aprender de otra manera.

Puede que sea fortuito, pero de estos encuentros me parece que los australianos, si bien no tan solidarios según como se definen ellos mismo, tienen una cultura del voluntariado más desarrollada y más diversa que en chile, particularmente para adultos y adultos mayores.

No voy a referirme a las causas de este fenómeno, básicamente porque estaría especulando (más aún). Pero sí me gustaría mencionar posibles motivaciones para ser voluntario como altruismo, solidaridad, sensación de bienestar, querer devolver la mano, convicciones religiosas o aumentar las relaciones sociales. Con respecto a esto, interesante es lo que me contesto la mamá de nuestro amigo, la profesora de manejo, cuando le pregunté porqué había escogido esta actividad, me dijo: “Estaba buscando un nuevo desafío. Me encanta enseñar, estar en compañía de gente joven y manejar, me emocioné cuando vi el anuncio buscando voluntarios para este programa”.

Aquí les dejo un link por si alguien se motiva: