Los chilenos nos preciamos de ser
solidarios. ¿Somos realmente?
A grandes rasgos, yo creo sí.
Empíricamente me parece que la solidaridad es una cualidad muy valorada por la
cultura chilena; generalmente la practicamos dentro de nuestro mismo círculo, como
algo cotidiano e informal, adhiriendo a ciertas causas puntuales, dígase la
teletón, ayuda a los damnificados del terremoto, etc. Sin embargo, exceptuando
algunas instituciones que hacen la diferencia, como el Hogar de Cristo o mis
amigos del Techo y del RC, entre otros, que hacen labores muy importantes, no
me parece que tengamos una cultura del voluntariado ultra desarrollada .
Porqué me puse tan filosófica,
simple, la semana pasada nos dedicamos a turistear por Melbourne y me llamó
mucho la atención que en la mayoría de los museos había tours o áreas de
entretenimiento para los niños, gratis por supuesto, que eran llevadas a cabo
por voluntarios, generalmente de la tercera edad.
Por otra parte, nos toco
compartir en dos casas de australianos amigos con sus respectivos vecinos y
familiares. Coincidentemente, la mayoría de estas personas eran voluntarios de
alguna institución. La diversidad fue también notable. Las vecinas de mi amiga,
fanáticas de los animales, cuidan gatos que no tienen casa mientras les
encuentran una familia permanente. La mamá de esta misma amiga es voluntaria de
unas tiendas que se llaman Salvos (a las que seguro dedicaré un post más
adelante) que reciben donaciones de ropa y artículos viejos, que ellos a su vez
venden para recaudar fondos para los otros programas del Salvation Army. Con
respecto a nuestro otro amigo y su familia, su hermana es voluntaria de algo
parecido a la cruz roja y su mamá, el ejemplo más interesante a mi parecer,
enseña a manejar a jóvenes que no tienen acceso a aprender de otra manera.
Puede que sea fortuito, pero de
estos encuentros me parece que los australianos, si bien no tan solidarios
según como se definen ellos mismo, tienen una cultura del voluntariado más
desarrollada y más diversa que en chile, particularmente para adultos y adultos
mayores.
No voy a referirme a las causas
de este fenómeno, básicamente porque estaría especulando (más aún). Pero sí me
gustaría mencionar posibles motivaciones para ser voluntario como altruismo,
solidaridad, sensación de bienestar, querer devolver la mano, convicciones religiosas o aumentar las relaciones
sociales. Con respecto a esto, interesante es lo que me contesto la mamá de
nuestro amigo, la profesora de manejo, cuando le pregunté porqué había escogido
esta actividad, me dijo: “Estaba buscando un nuevo desafío. Me encanta enseñar,
estar en compañía de gente joven y manejar, me emocioné cuando vi el anuncio
buscando voluntarios para este programa”.
Aquí les dejo un link por si alguien se motiva:
buena columna. siguiendo con el tema...seria interesante discutir sobre si Chile es un país solidario o caritativo.. para mi somos un país altamente caritativo.
ResponderEliminarMuchas veces estos términos se confunden