Los huevos son una de las fuentes de proteína
más baratas, son ricos y rápidos de hacer. No sé cuantos huevos de jaula comen
ustedes; nosotros, hartos.
En Chile hay una diferencia mínima en el precio
entre una docena de huevos y otra, puede influir la marca, el color y el
tamaño, pero nunca es tanto. Cuando recién llegamos a Melbourne, íbamos al
supermercado y no entendíamos porque
había tanta diferencia de precio entre una docena y otra. Ésta es tan grande
que la más cara puede llegar a costar hasta tres veces lo que vale la docena
más barata. Claro, está la marca y el tamaño (acá nos les importa mucho el
color), pero no podía haber tanta
diferencia entre una marca y otra, o por lo menos sería raro.
Nosotros, por supuesto, siempre comprábamos la
más barata de todas, que vale alrededor de $2.5.
Paso el tiempo y nunca nos dimos cuenta de que
había de distinto entre productos hasta que un día, en algún carrete X, mientras comentábamos las
cosas que nos habían sorprendido de esta ciudad, un Chileno X destacó que
habían varios tipos de huevos, básicamente distribuidos en dos categorías “Cage
Eggs” y “Free Range Eggs”. Desde ese momento todo estuvo claro.
También desde ese día tengo cargo de conciencia
cuando compro los huevos de jaula – puestos por gallinas “tristes y
prisioneras” -, pudiendo comprar los otros – de gallinas “libres y felices”.
Después me tranquilizo pensando que en Chile –casi- todos compramos los famosos “Cage Eggs” sin
mucho remordimiento.
Me empecé a fijar, hay todo tipo de productos
“Free Range” y es no es lo mismo que orgánico – que, además, es más caro.
Y ustedes, si fuera factible y no tuvieran que
ir a un mercado especial para poder cómpralos, ¿pagarían más por los famosos
huevos de gallinas libres y felices?